En la séptima semana realizamos encuestas sobre la gestión y prevención de riesgo. Nos ubicamos en la comunidad y en pareja, casa a casa, entrevistando a toda la comunidad sobre el nivel de riesgo, la vulnerabilidad y potenciales que tienen ante un desastre. Estuvimos reunidos con los beneficiarios de las eco-estufas y pilas, y les presentamos los proyectos, los materiales para la construcción de las pilas ya se encontraban en la comunidad y las familias beneficiarias de las pilas procedieron a retirarlos.
Iniciamos a construir las pilas. El albañil muy temprano por la mañana, nos orientó lo que haríamos. Mientras unos colaban la arena, otros trasladábamos ladridos, otros mojaban los ladrillos, otros hacían la mescla de arena con cemento, otros ayudaban al albañil a pegar ladrillos.
Son tres pilas las que realizamos con toda nuestra disposición y amor, para ayudar. En cada una nos tardamos casi dos días y medios.
Quisimos conocer lo que piensan algunas las beneficiarias de las pilas y las entrevistamos.
Doña Corina nos expresaba: “Me siento muy bien, feliz, yo no tengo agua potable, y ahora con la pila mantengo agua. La uso para gastar en los oficios de la casa, para regar mis plantas, para bañar, es un gran beneficio. El agua en verano es escasa para lavar la ropa. Tenían que ir a la otra comunidad porque se seca el rio y ahora con la pila de agua la utilizaré y supliré esta gran necesidad. Estoy dispuesta a compartir este beneficio con mis vecinos que se les dificulta adquirir el agua.”
Doña Francis nos decía: “En primer lugar me siento muy agradecida con ASOMUPRO, Progressio y los voluntarios ICS. Ellos han visto en mi una necesidad de priorizar en algo que yo necesito, como es la pila para mantener el recurso del agua potable y darle un uso adecuado en mis qué aceres, para siembro frutales, hortalizas. Y la tengo que cuidar, mantenerla siempre limpia, que no se deteriore y esto les va a servir a mis hijos. La comparto con mis vecinos y les hago conciencia de cómo cuidar el agua. Antes que no tenía la pila, me sentía muy agotada porque tenía que recorrer una distancia para buscar el agua. Les pedía a mis vecinos, no tenía la disponibilidad de ir a un lugar y decir de aquí voy a tomar agua, pero ahora con la pila cerca de mi hogar voy y saco agua fácil, me siento muy bien con mejores condiciones.”
Escrito por el voluntario de ICS Freedman Betanco
