Amigos míos quiero iniciar contándoles las experiencias de esta semana, para nosotros ha sido sensacional todos los conocimientos adquiridos en tan poco tiempo.
Mis compañeras Keyling, Aleyda, Ana y Bety impartieron una capacitación a las beneficiarias de las eco-estufas, para que ellas adquirieran conocimientos concretos de los beneficios, que es obtener una de éstas. El objetivo de la sesión era que conocieran sobre las ventajas de esta tecnología y cómo darles mantenimiento. La actividad fue todo un éxito.
Una de las beneficiarias Doña María Gutiérrez exclamó “me siento muy afortunada de este beneficio obtenido, me va a ayudar mucho porque soy una anciana que está enferma de los pulmones y que con mucha dificultad voy a buscar la leña que necesito para cocinar; espero ver una mejoría en mi salud. Gracias a este programa por ser parte de su proyecto.”
Nos sentimos muy satisfechos por la elección que realizamos; las mujeres beneficiarias están muy alegres, primero, van a reducir el consumo de la leña, mejorar su salud por la reducción del humo dentro de sus cocinas que incrementa los problemas respiratorios y como ventaja adicional, es amigable con el medio ambiente porque reduce el consumo de leña, la cual en su mayoría se extrae de los bosques de la comunidad.
Iniciamos el ordenamiento de patio en la cual las familias beneficiarias nos apoyaron para elegir la ubicación de cada cosa dentro del espacio que tienen en sus parcelas (lugar para las plantas, animales, etc). Niños, mujeres, hombres, voluntarios nacionales y británicos y facilitadoras de ASOMUPRO, todos en conjunto trabajando entusiasmados sabiendo que estamos portando un granito de arena para ver en un futuro personas con diferente manera de pensar para contribuir a su bienestar; consumiendo frutas y vegetales producidos en sus patios para aportar a su nutrición y seguridad alimentaria.
Los chavalos británicos aprendieron a elaborar bancos y semilleros, a conocer diferentes tipos de semillas que se pueden cultivar en los patios, también construyeron una regadora rustica la cual se formó de la siguiente manera: se buscó una botella descartable a la cual se le hicieron muchos agujeros con una varita fina de hierro o sino con un clavo. Esta técnica nos funcionó muy bien para regar los bancos de semilleros y otras semillas plantadas.
Esta regadora rustica la vamos a usar mucho en los siguientes patios que vamos a visitar en nuestra comunidad.
“Felices por el buen trabajo que realizamos a medida que pasa el tiempo enfrentando muchas barreras y triunfos juntos que encontramos en el trascurso de este caminar, juntas/os como hermanos.”
Escrito por la voluntaria de ICS Erika Castro Jarquin